Acércate a descubrir, disfrutar y experimentar el universo de los mandalas.

jueves, 30 de abril de 2009

Arantxa, escultora de diosas



Llevaba puesto un gorrito con el dibujo de un mandala que parecía tirar de mí como si de un imán se tratara.
Caminaba deprisa, mas, pese a que yo iba cargada con la compra de la plaza, sentía el impulso de correr tras ella como si la persiguiera.
Mientras, con el pensamiento, le enviaba el mensaje de que aminorara la marcha, rogando que de algún modo se parase a esperarme.
Como si por fin me escuchara se detuvo ante un paso de cebra y logré alcanzarla. Entonces me planté frente a frente con mi mejor sonrisa y ella con su expresión jovial, alegre y vivaracha me increpó sonriente:
-¿Nos conocemos?
-El mandala de tu gorrito me atraía como un imán.

Fue la respuesta que me brotó espontáneamente.

-Entonces, tal vez puedas ayudarme. No sé dónde he dejado mi coche. Sólo recuerdo este dato…
-Ah! Sí, eso queda hacia allá. Vente que vamos mejor por aquí detrás que hay un prado.

Y así nos fuimos juntas, mientras ella, muy gentil, cargaba con la parte más pesada de mis bultos, y ambas charlábamos de esto y lo otro descubriendo nuestras afinidades por la naturaleza y el arte.

Cuando al fin llegamos a donde está aparcada la furgoneta en que viaja, atiborrada de enseres, se me ocurre que es como la casita del caracol. Entonces veo en un cesto un montón de lindos caracoles de cerámica. ¡Qué curioso! Me huele a sincronicidad.
Es ceramista y quiere enseñarme fotos de algo más de lo que hace. Abre un sobre grande y me tiende su contenido.
Al posar mis ojos sobre la primera imagen algo sucede. Entro en una especie de trance y me embarga un hondo sentir saturado de recuerdos tan antiguos como si realmente provinieran de otras vidas.
Durante esos breves instantes todos los límites espacio-temporales se diluyen eventualmente y la Eternidad se hace Presente.
La miro y en sus ojos veo reflejada la misma emoción.
Nos fundimos en un intenso abrazo.
Ambas sentimos que sobran las explicaciones. Nos unen lazos y fuerzas que abarcan mucho más allá de nosotras mismas y de lo que con la mente podamos alcanzar a saber o a recordar.
Resplandecemos embellecidas por la sanadora emoción compartida, los ojos brillantes y las sonrisas chispeantes.

Deshacemos el abrazo-fusión para recuperar cada una la conciencia del propio cuerpo y todavía nos volvemos a abrazar dos o tres veces más. Luego aún nuestras miradas se siguen abrazando y recogiendo como si fuesen dos amantes en plena fase del enamoramiento.
Pero es mucho más que eso.
Es experimentar el reconocerse en el otro.
Es sentir la certeza del “Yo Soy otro tú”…
Es verse uno mismo, una misma, explorando la existencia desde otro rincón del Universo, desde otra perspectiva, con otro cuerpo y otro nombre, con algunos aspectos diferentes, pero la misma esencia.
Es descubrirse como otra expresión distinta e individualizada del mismo Ser que nos aúna a todos. Ese mismo Ser que se manifiesta a través de todo lo que vive, de todo lo que existe, de todo lo que ES.

Tras la magia de ese re-encuentro, regresamos a la vida práctica y anotamos nuestros datos, nombres y teléfonos para cuando queramos comunicarnos de ahora en adelante.
Arantxa, escultora de diosas, È 606 74 34 76.
Maiteresa, pintora de mandalas, È 630 356 959.

Qué gozo contemplar esas hermosas diosas de cerámica que acaso nos vienen a recordar el dios o la diosa que cada quien lleva dentro…

Se puede apreciar su belleza visitando la exposición que tendrá lugar en Castro Caldelas, durante todo el mes de mayo. Se inaugura el sábado 9 de mayo, a las 7:30 de la tarde, en el Centro Comarcal de Terra de Caldelas. ¡Merece que vayais!

1 comentario:

  1. Maiteresa, emocionante relato del encuentro, ¿"reencuentro"?. Esos son los verdaderos "destellos" de magia que tiene el camino de la vida. Bellas las esculturas de diosas de Arantxa, para seguir explorando y contemplando más. En mi caso no será posible hacerlo físicamente en la exposición, tendré que conformarme con las instantáneas congeladas de esta ventana virtual ;-)
    Un abrazo!

    BeT

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