Mi hermana-amiga del alma, Elimar, natural de Venezuela y residente en Lugo, ha dado a luz a su tercer hijo, de nombre Elián, ella misma nos lo cuenta...
Intentar hacer una narración con la mente racional, de una experiencia tan salvaje es muy difícil. He aquí lo que surgió:
"El Cielo se abrió y dejo escapar un chispazo de Luz, que descendió con la fuerza de un trueno y dio de lleno en mi cuerpo expectante. Me recorrió de arriba abajo con una fuerza arrolladora que en pocos minutos me sacó de mí y me dejó en un sitio donde sólo era espectadora, un canal de paso, abierto y entregado. No había dolor, no había temor, sólo un instinto salvaje que me hacía aferrar a las sábanas, de pie junto a la cama. Al principio sensaciones ya conocidas, y a los pocos minutos un trueno estalló en mi cuerpo en la forma de voz, un alarido que anticipaba su llegada. Siguieron otros, con cada oleada de aquella energía que acercaba a Elián más y más hasta mis brazos. Gruñía como una leona, una fuerza sobrenatural me asistía y sostenía. Sudaba a mares, jadeaba. Quise pensar si lo estaba haciendo bien, mi cerebro no respondía, el instinto había tomado el mando. Otro alarido, la sensación de presión descomunal. Su cabecita avanzando firme y sin pausa a través de mí. El líquido protector tibio y balsámico derramó, luego una oleda más y otra, el aro de fuego, segundos de duda y no hay tiempo para más, la cabeza que sale, el llanto del niño, los hombros deslizan, voces a mi alrededor, el cordón rozando entre mis piernas y en segundos, Elián frente a mí sobre la cama. Quería abrazarlo y besarlo nada más verlo pero mis manos seguían aferradas a las sábanas, las piernas me temblaban como hojas. Subí a la cama, lo tomé en brazos y en medio del sueño más hermoso que mi mente pudiera imaginar, le repetí una y otra vez: Te Quiero Bebé…"
Acércate a descubrir, disfrutar y experimentar el universo de los mandalas.
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