Acércate a descubrir, disfrutar y experimentar el universo de los mandalas.

lunes, 28 de marzo de 2011

Mis próximos talleres

A quienes queráis conocer lo que hago y mis talleres ruego que visitéis el apartado "Agenda de Talleres" de mi web:

Ahí se encuentra habitualmente toda la información puesta al día.
¡Gracias!
¡Os bendigo y os amo!

martes, 22 de marzo de 2011

Mandala de gratitud e integración

Nació como mandala dedicado a una persona cuya alma me lo iba inspirando.
Al finalizarlo surgió el título y el impulso de compartirlo. Esta es la imagen de la acuarela original escaneada.
 En el centro se aprecia -en color plateado- un extracto de los códigos Arcturianos que aparecen en el reverso del mazo de cartas de Janosh. En concreto de la carta extraída titulada "Integration".
Naturalmente la persona que lo inspiró es quien ha recibido y conserva la obra original.
Aquí lo tenéis para disfrutarlo como gustéis.

Y este es el enlace para saber más acerca de Janosh:
http://www.the-arcturians.com/esp/janosh/janosh.htm

sábado, 12 de marzo de 2011

Elimar da a Luz a Elián

Mi hermana-amiga del alma, Elimar, natural de Venezuela y residente en Lugo, ha dado a luz a su tercer hijo, de nombre Elián, ella misma nos lo cuenta...
Intentar hacer una narración con la mente racional, de una experiencia tan salvaje es muy difícil. He aquí lo que surgió:
"El Cielo se abrió y dejo escapar un chispazo de Luz, que descendió con la fuerza de un trueno y dio de lleno en mi cuerpo expectante. Me recorrió de arriba abajo con una fuerza arrolladora que en pocos minutos me sacó de mí y me dejó en un sitio donde sólo era espectadora, un canal de paso, abierto y entregado. No había dolor, no había temor, sólo un instinto salvaje que me hacía aferrar a las sábanas, de pie junto a la cama. Al principio sensaciones ya conocidas, y a los pocos minutos un trueno estalló en mi cuerpo en la forma de voz, un alarido que anticipaba su llegada. Siguieron otros, con cada oleada de aquella energía que acercaba a Elián más y más hasta mis brazos. Gruñía como una leona, una fuerza sobrenatural me asistía y sostenía. Sudaba a mares, jadeaba. Quise pensar si lo estaba haciendo bien, mi cerebro no respondía, el instinto había tomado el mando. Otro alarido, la sensación de presión descomunal. Su cabecita avanzando firme y sin pausa a través de mí. El líquido protector tibio y balsámico derramó, luego una oleda más y otra, el aro de fuego, segundos de duda y no hay tiempo para más, la cabeza que sale, el llanto del niño, los hombros deslizan, voces a mi alrededor, el cordón rozando entre mis piernas y en segundos, Elián frente a mí sobre la cama. Quería abrazarlo y besarlo nada más verlo pero mis manos seguían aferradas a las sábanas, las piernas me temblaban como hojas. Subí a la cama, lo tomé en brazos y en medio del sueño más hermoso que mi mente pudiera imaginar, le repetí una y otra vez: Te Quiero Bebé…"