De visita por tierras andaluzas, a mediados de este lluvioso abril, me dejé cautivar por la magia y el encanto de lo que una persona estupenda, de nombre Rafa, es capaz de crear con sus manos tallando en los "huesos" secos de los aguacates...
- Oh! Es muy sencillo, puse el cascabel en la flor y se quedó dentro mientras se formaba el fruto...
Hoy rindo el sencillo homenaje de mi admiración, humildemente, a esta persona que talla tan bellos como mágicos mandalas, dándoles nueva vida a los corazones de aguacate que no germinaron...
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