Un chico o una chica, un hombre o una mujer, pueden servirnos de impulso.
Es un regalo que la Vida nos ofrece.
Pero de nosotros depende el cultivarlo y mantenerlo.
A menudo tengo la buena fortuna de encontrarme con personas que me "enamoran"...
Percibo su vibración, conecto con su alma y entonces se me antoja probar a plasmar un eco de su esencia y me permito dar un paseo por su jardín interior, así nace "su" mandala.
Tal es el caso, por ejemplo, del Ser especial que inspiró este:
Nació un 14 de febrero, día de San Valentín.
Es un mandala de mucho Amor. Invita a enamorarse y a mantener vivo y activo ese maravilloso estado interior.
Una vez terminado, me gusta ofrecer el mandala, por unos momentos, a Qwan Yin
De ese modo queda consagrado y su energía plenamente activada
Infinitas gracias a la persona que lo ha inspirado.
Ahora la imagen del mandala, gentil y generosamente, la compartimos para que, siempre de modo altruista y no-lucrativo, cualquier persona pueda recibir su benéfica radiación amorosa.
¡FELIZ SAN VALENTÍN!
¡FELIZ SAN VALENTÍN!
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