Acércate a descubrir, disfrutar y experimentar el universo de los mandalas.

viernes, 21 de agosto de 2009

Un mandala para colorear por gentileza de Latif


Queridos amigos,

Después del inter-Dimensional encuentro de la Red de Luz en Capilla del Monte (Córdoba) y agradecido por vuestro apoyo y por todas las experiencias vividas, quiero compartir con vosotros un mandala geométrico para colorear.

Lo envío dibujado con puntitos para que con tu mano los unas y vayas trazando el dibujo. Ya sabes… con un movimiento suave, redondito, rico… para extraer toda su esencia en el proceso mientras lo dibujas.

Lo llamo “Unión de Almas” y él mismo te indicará cómo utilizarlo. Le puedes dar un uso personal y también se lo puedes regalar a alguien recordando que lleva impresa la intención tanto consciente como inconsciente que hayas puesto en él.

Hasta pronto,

Latif

www.nuevarmonia.blogspot.com

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martes, 30 de junio de 2009

El Mandala de la Niña Interior


Creo que este ha sido el mandala más laborioso, de todos los que he hecho hasta ahora, en relación a su tamaño. El papel de acuarela sobre el que he trabajado mide 48 x 36 cm. y el diámetro total del mandala es de unos 34 cm.
Pero no se puede medir por la laboriosidad, ni siquiera por las horas de trabajo, ¡aunque han sido muchísimas!
Como bien dijo en su día la persona que me lo encargó, el mandala no tiene precio, aunque acordemos una cantidad como amorosa donación y compensación por mi trabajo.

"Toda tarea emprendida con AMOR y relizada con generosidad lleva en sí misma su recompensa" (Lanza del Vasto)

Desde aquí quiero expresar mi gratitud por la tarea encomendada y por la oportunidad de ser canalizadora de formas y colores para plasmar un reflejo de la imagen del alma. Eso es lo que representan para mi los mandalas que voy creando de manera individualizada.
Cada persona que me encarga un mandala personal me invita con ello a visitar su jardín interior. El que ahora podéis ver, representado en este mandala, es sin duda uno de los más hermosos que he podido alcanzar a visitar por ahora.

La niña Interior. Alegre y juguetona. Responsble y sabia. Con la ingenuidad que otorga la verdadera sabiduría que albergamos -a veces sin saberlo- en nuestro interior.
Este mandala es apenas un reflejo, el que vagamente alcanzo a esbozar, del alma de una persona. Pero es también mucho más que eso. Es un regalo y una invitación para mi misma y para muchas otras personas.
Mientras iba fluyendo mis guías interiores me han sugerido que es el Mandala de la Niña Interior.
Creo que todos llevamos dentro un niño y una niña: dos aspectos arquetípicos e internos, del alma, que no siempre logran aflorar a través de nuestra personalidad, a veces demasiado limitada por el intelecto y los condicionamientos de todo tipo.
Contando con la persona que ha "posado" para obtener este mandala, lo dedico a todos nosotros, a nuestra niña interior.

martes, 23 de junio de 2009

Plantillas de mandalas para colorear


Varias personas me han mostrado su interés por los mandalas junto con sus dificultades para asistir personalmente a los talleres que ofrezco.

Otras personas de entre las que acuden a los talleres prefieren colorear mandalas ya dibujados aparte de ponerse a inventar los suyos propios.

Pensando en todas ellas, he empezado a crear una nueva serie de mandalas preparados para colorear e inspirados todos ellos en algunos de los mandalas que ya venía haciendo desde hace más de diez años.

De momento tengo quince modelos preparados. De ellos, catorce son míos y uno es una creación libre que nos regala Juán. Lo ha hecho a mano alzada, sin medir ni tan siquiera usar el compás.

Los cargo en un álbum Web de Picasa para que estén disponibles y quienes quieran los puedan bajar fácilmente. No he hallado mejor modo de poderlos publicar en el blog. Los encontrareis en la otra columna lateral.

También se pueden descargar fácilmente siguiendo el enlace Plantillas de mandalas

martes, 9 de junio de 2009

Mandalas: Otra forma de Meditación


Se puede meditar con mandalas. Se puede meditar contemplando la salida del sol al amanecer. (¡Estas son dos de mis preferidas!) Se puede meditar también arreglando la casa, cuidando de los niños, parándose por unos momentos de vez en cuando, durante las tareas personales y particulares que cada quien desempeña, o sencillamente poniendo la atención plena en ellas, en cada instante. Se puede meditar en el hacer tanto como en el no-hacer.

¡Seguro que hay tantas formas de meditar como personas en el mundo y más!

La simple contemplación de un Mandala, tanto elegido voluntariamente como al azar, puede ayudarnos a entrar en ese peculiar estado de conciencia que llamamos “meditación”.

Para alguna gente meditar es fácil.

Pero no todos tenemos la misma capacidad de concentración.

Puede ser cuestión de disciplina.

Se nos ha enseñado hasta la saciedad la importancia de la disciplina, pero pese a ello, o quizás precisamente a causa de ello, algunos la repelemos y sentimos que nos repele.

Sin embargo, el tener a mano unos colores y unas copias de mandalas sí que nos puede resultar muy fácil y probablemente constituye un método eficaz que ayuda a “disciplinarse”.

No sólo a los rebeldes, indisciplinados y anárquicos, sinó a las personas en general, que pretendemos meditar, lo que más nos ayuda, llegado el momento y topada la dificultad, es tener un menú amplio, de modo que siempre hallemos el recurso apropiado, según el estado en que nos encontramos, para recuperarnos y recuperar nuestro centro: la conexión consciente con el Yo Interno y con el Universo, Nada, Uno y Todo a la vez…

A veces nos sucede que, cuanto más ansiamos relajarnos un poco o concentrarnos en algo, menos lo logramos. Son esos momentos en que, casi sin darnos cuenta, hemos llegado a un tope, un límite, al borde de...

Por alguna causa estamos sobrecargados. Lo ideal puede ser no llegar a ese punto. Pero, aún sabiéndolo, inevitablemente, tal y como está el mundo en la actualidad, a muchos, a veces, nos sucede.

Y ahí es donde los mandalas son una especie de “comodín”, casi una panacea, porque, a poco que hayamos jugado con ellos, ya nos responden. ¡Y de qué manera! ¡Es sorprendente!

No te lo creas, ¡prueba primero a experimentar por ti misma! Permítete descubrirlos, concédete un hueco para ello. ¡Te lo mereces!

jueves, 4 de junio de 2009

Bibliografía sobre Mandalas

          He aquí la recopilación de los libros sobre Mandalas que he ido adquiriendo y tengo para mi uso personal. En próximos artículos procuraré aportar comentarios sobre algunos. Todos ellos son a cual más interesante. Recomiendo  utilizar vuestra intuición a la hora de elegir.

          Son 22, y los he numerado por orden alfabético de autor:

Bibliografía

1

AÏVANHOV, OMRAAM MIKHAËL

“El lenguaje de las figuras geométricas”

Colección Izvor   Nº 218

Ediciones Prosveta, Fréjus (Francia) 1987

ISBN: 2-85566-424-1

2

BOSTRÖM, FRANCISCO R.

Los mandalas del mago de los cristales

Mtm empírica. Mtm editor.es.    (Primera edición: abril 2004)      

ISBN: 84-95590-43-3                Segunda edición: junio 2004

(Parece que este libro se ha agotado y hemos de pedir y esperar una nueva edición) 

De esta misma colección editorial, hay varios libros más: “Mandalas para los peques”, “Mandalas para la meditación”, “Mandalas del Sur de la India”, “Mandala Art”…Todos de la editorial Mtm empírica. Mtm editor.es.

Se pueden pedir por correo electrónico info@mtm-editor.es

También se puede consultar su página Web http://www.mtm-editor.es

3

COPONY, HEITA

El misterio de los mandalas   Incluye 86 mandalas para colorear que te ayudarán a armonizar tu cuerpo, elevar tu espíritu y desarrollar tu creatividad.

Editorial Sirio.    Málaga 2003

ISBN: 84-7808-427-4

4

CUNNINGHAM, BAILEY, Directora del Proyecto Mandala.

Mandala Viaje a la unidad del ser. (Paraísos mentales)

  Introducción de la Dra. Brigitte Spillmann-Jenny, presidenta del Instituto CCG. Jung, Zúrich

Un libro de Dorling Kindersley. Publicado por Pearson Educación. Madrid 2003

ISBN: 84-205-3705-5

5

DAHLKE, RÜEDIGER

Mandalas Cómo encontrar lo divino en ti. (Un libro para descubrir nuestro interior mediante la meditación y el dibujo y coloreado de los distintos mandalas)

 (Prólogo de Thorwald Dethlefsen, su coautor en el libro “La enfermedad como camino” que algunos ya conocerán)

Editorial Robin Book.  Barcelona 1997

ISBN: 84-7927-207-4  

6

DAHLKE, RÜEDIGER

Mandalas 2” Manual para la terapia con mandalas. (El libro práctico que le ayudará a encontrar su esencia espiritual con 166 mandalas para colorear)

Editorial Robin Book.  Barcelona 2001

ISBN: 84-7927-516-2

Ambos libros    e-mail info@robinbook.com , Web  www.robinbook.com

7

EDWARDS, BETTY

“Aprender a dibujar con el lado derecho del cerebro”

Ediciones Urano, S.A.  Barcelona 1994

ISBN: 84-7953-075-8

8

EMOTO, MASARU

“Mensajes del agua” La belleza oculta del agua

Editado por La Liebre de Marzo

Edición especial para el II Encuentro internacional Ecología del agua, setiembre 2006

ISBN: 84-87403-68-9

“Las Fuentes del Corazón” Guía de los manantiales curativos españoles de tradición popular

Masaru Emoto, junto con Goio Iturregui, Rasmus Gaupp-Berghausen y Alberto Pérez Roldán

Editado por La Liebre de Marzo

ISBN: 978-84-87403-96-5

www.liebremarzo.com     espejo@liebremarzo.com

“El poder curativo del agua”

Masaru Emoto & Jürgen Fliege

Ediciones Obelisco

ISBN: 84-9777-299-7

obelisco@edicionesobelisco.com

9

FIORAVANTI, CELINA

“Mandalas: 32 caminos de sabiduría”. (Oráculo de Mandalas. Incluye libro explicativo acompañado de 32 cartas a todo color)

Pluralsingular Ediciones S. L. Madrid 1ª edición, 2006

E-mail:  ediciones@pluralsingular.com

ISBN: 978-84-96362-62-8

10

GANIM, BÁRBARA

Dibujar con el corazón       (Un método para sanar el dolor emocional y el sentimiento de                           pérdida a través de las artes expresivas)

Ediciones Obelisco S. L. Barcelona 2006 

ISBN: 84-9777-329-2

11

GREEN, SHIA

“El libro de los mandalas del mundo”  Contiene 60 mandalas para pintar o colorear

Editorial Océano, S. L.  Barcelona 2003

ISBN: 84-7556-086-5

www.oceano.com

12

KÜSTENMACHER, MARION Y WERNER

Energía y fuerza a través de los mandalas  (Colección Libros Singulares)

Ediciones Obelisco. 1ª Edición: febrero 2002. 9ª Edición: febrero 2007

ISBN: 978-84-7720-888-4

 Se puede consultar catálogo en: http://www.edicionesobelisco.com

e-mail:  obelisco@edicionesobelisco.com

13

LATIF  (Vicente Jesús Sáenz Beguiristain) 

“Sintoniza con la Magia de la Geometría”

Ediciones A pena d´agua  Ourense 2005      Diseño Edenia    www.edenia.org

ISBN: 84-609-8339-0

Contactar con Latif: info@nuevarmonia.com  sintonizageometria@hotmail.com

http://www.nuevarmonia.blogspot.com/

14

MELCHIZEDEK, DRUNVALO

“El antiguo secreto de la flor de la vida” Tomos I y II

Editorial Teohua, Mexico 2004  www.editorialteohua.com  info@editorialteohua.com

ISBN: 968-5557-66-7 (para el tomo II)

Ambos tomos los distribuye en España: Montserrat Tello, facilitadora oficial de los Talleres de Geometría Sagrada “La Flor de la Vida”   teléfono 649 85 23 37

 e-mail: mtl@isisdeluz.com  mtlmkb@yahoo.es , página web www.isisdeluz.com 

15

OSNAJANSKI, NORMA

“El poder de los mandalas”

Editora: Irene Acero Deva´s S. A.

Buenos Aires República Argentina 1ª edición, 1ª reimpresión 2005

ISBN: 987-1102-90-9

www.devas.com.ar  e-mail: info@devas.com.ar

16

PILASTRE, CHRISTIAN

Los mandalas del corazón”. Un pinta y colorea para pequeños y mayores.

Colección: Mtm empírica. Editorial:  Mtm editor.es.

 Primera edición: noviembre 2002. Segunda edición: febrero 2003

ISBN: 84-95590-27-1            

Se puede pedir por correo electrónico info@mtm-editor.es

También se puede consultar su página Web http://www.mtm-editor.es

17

PRÉ, MARIE

Mandalas y pedagogía. Acercamiento teórico y práctico.

Colección: Mtm empírica. Editorial:  Mtm editor.es. Setiembre 2004

 ISBN: 84-95590-530

Se puede pedir por correo electrónico info@mtm-editor.es

También se puede consultar su página Web http://www.mtm-editor.es

18

RESS, SUTRA

Mandalas extraordinarios para pintar para niños y niñas mayores de 9 años

Ilustraciones de Daniela Cantor

Editorial Troquel. Buenos Aires, Argentina 1ª edición setiembre 2006

ISBN-10: 950-16-5001-4

ISBN-13: 978-950-16-5001-3

E-mail: info@troquel.com.ar      www.troquel.com.ar

19

RIVERA, AHIMSA LARA

El mensaje secreto del mandala  Cómo recuperar sanado a tu niño interior

Ediciones Obelisco. 1ª edición octubre 2005 

ISBN 84-9777-238-5

20

SCHWENK, THEODOR

“El Caos Sensible”

Editorial Rudolf Steiner  Madrid 1989

ISBN: 84-85.370-67-8

21

SKINNER, STEPHEN

“Geometría sagrada”   Descifrando el código

Gaia ediciones. Madrid, setiembre 2007  www.alfaomega.es      contactos@alfaomega.es

ISBN: 978-84-8445-201-0

22

VARLENHOFF, THOMAS

El libro de los mandalasEnergía, meditación y sanación. (100 mandalas para colorear)

Editorial Edad. Madrid 2006

ISBN: 978-84-414-1766-3

http://www.edaf.net

viernes, 29 de mayo de 2009

Plantillas de mandalas para colorear

Basándome en una pequeña selección de mis mandalas he preparado una 1ª colección de 15 modelos de plantillas para colorear. La idea es ponerlas a disposición libre y gratuita a través de internet. Es mi aportación amorosa a toda persona aficionada a colorear mandalas.
Un fraternal abrazo.
maiteresa mandalita
Podrás acceder a ellos haciendo clic en el enlace siguiente:

viernes, 8 de mayo de 2009

Mandalas: charla y vivencia en Turón el 13 de mayo 2009


El próximo miércoles trece de mayo, en la Asociación de Jubilados y Pensionistas “La Braña”, en el Bº San Francisco del Valle de Turón, ofrezco una charla introductoria al mundo de los mandalas.

Brindo la ocasión de descubrirlos y la oportunidad de vivir una experiencia guiada relajándose y coloreando un mandala.

La TPA ha llamado interesándose ya que desean hacer un reportaje sobre mandalas y acudirán a grabar un poco, para luego incluirlo en su programa “Conexión Asturias”.

Empezaremos puntualmente a las 12 del mediodía, independientemente de la hora en que acudan a grabar. Se trata de estar inmersos/as en nuestra vivencia para que todo discurra con naturalidad.

Toda persona que desee participar, está invitada.

Asociación de Jubilados y Pensionistas “La Braña”

Barrio San Francisco, bloque C – bajo 11

Teléfono y Fax 985 43 16 52

TURÓN

 

 

 

jueves, 30 de abril de 2009

Arantxa, escultora de diosas



Llevaba puesto un gorrito con el dibujo de un mandala que parecía tirar de mí como si de un imán se tratara.
Caminaba deprisa, mas, pese a que yo iba cargada con la compra de la plaza, sentía el impulso de correr tras ella como si la persiguiera.
Mientras, con el pensamiento, le enviaba el mensaje de que aminorara la marcha, rogando que de algún modo se parase a esperarme.
Como si por fin me escuchara se detuvo ante un paso de cebra y logré alcanzarla. Entonces me planté frente a frente con mi mejor sonrisa y ella con su expresión jovial, alegre y vivaracha me increpó sonriente:
-¿Nos conocemos?
-El mandala de tu gorrito me atraía como un imán.

Fue la respuesta que me brotó espontáneamente.

-Entonces, tal vez puedas ayudarme. No sé dónde he dejado mi coche. Sólo recuerdo este dato…
-Ah! Sí, eso queda hacia allá. Vente que vamos mejor por aquí detrás que hay un prado.

Y así nos fuimos juntas, mientras ella, muy gentil, cargaba con la parte más pesada de mis bultos, y ambas charlábamos de esto y lo otro descubriendo nuestras afinidades por la naturaleza y el arte.

Cuando al fin llegamos a donde está aparcada la furgoneta en que viaja, atiborrada de enseres, se me ocurre que es como la casita del caracol. Entonces veo en un cesto un montón de lindos caracoles de cerámica. ¡Qué curioso! Me huele a sincronicidad.
Es ceramista y quiere enseñarme fotos de algo más de lo que hace. Abre un sobre grande y me tiende su contenido.
Al posar mis ojos sobre la primera imagen algo sucede. Entro en una especie de trance y me embarga un hondo sentir saturado de recuerdos tan antiguos como si realmente provinieran de otras vidas.
Durante esos breves instantes todos los límites espacio-temporales se diluyen eventualmente y la Eternidad se hace Presente.
La miro y en sus ojos veo reflejada la misma emoción.
Nos fundimos en un intenso abrazo.
Ambas sentimos que sobran las explicaciones. Nos unen lazos y fuerzas que abarcan mucho más allá de nosotras mismas y de lo que con la mente podamos alcanzar a saber o a recordar.
Resplandecemos embellecidas por la sanadora emoción compartida, los ojos brillantes y las sonrisas chispeantes.

Deshacemos el abrazo-fusión para recuperar cada una la conciencia del propio cuerpo y todavía nos volvemos a abrazar dos o tres veces más. Luego aún nuestras miradas se siguen abrazando y recogiendo como si fuesen dos amantes en plena fase del enamoramiento.
Pero es mucho más que eso.
Es experimentar el reconocerse en el otro.
Es sentir la certeza del “Yo Soy otro tú”…
Es verse uno mismo, una misma, explorando la existencia desde otro rincón del Universo, desde otra perspectiva, con otro cuerpo y otro nombre, con algunos aspectos diferentes, pero la misma esencia.
Es descubrirse como otra expresión distinta e individualizada del mismo Ser que nos aúna a todos. Ese mismo Ser que se manifiesta a través de todo lo que vive, de todo lo que existe, de todo lo que ES.

Tras la magia de ese re-encuentro, regresamos a la vida práctica y anotamos nuestros datos, nombres y teléfonos para cuando queramos comunicarnos de ahora en adelante.
Arantxa, escultora de diosas, È 606 74 34 76.
Maiteresa, pintora de mandalas, È 630 356 959.

Qué gozo contemplar esas hermosas diosas de cerámica que acaso nos vienen a recordar el dios o la diosa que cada quien lleva dentro…

Se puede apreciar su belleza visitando la exposición que tendrá lugar en Castro Caldelas, durante todo el mes de mayo. Se inaugura el sábado 9 de mayo, a las 7:30 de la tarde, en el Centro Comarcal de Terra de Caldelas. ¡Merece que vayais!

miércoles, 15 de abril de 2009

Mandala para Anita

A veces me lleva tiempo conectar con el Alma de la persona para sentir cómo o por dónde empezar su mandala...
En tu caso en cambio fue casi instantáneo.
El mismo día que me hiciste el encargo de tu mandala personalizado, una vez anotados tus datos, enseguida percibí dos elementos muy claros:
- Un primer círculo con un mandala de radiación 10 en el centro, pero desdoblado en cinco por delante y otros cinco por detrás.
- Una corona circular con un mandala de radiación 37 envolviéndolo.

Ese diez inicial me hablaba desde ese instante de la necesidad de volver al centro en cada oportunidad, en cada vuelta y revuelta de la vida cotidiana. Algo que a todos nos conviene recordar.
Pero a la par eso de formarlo con 5 y 5, pese a derivarlo del 37 (3+7=10)… llamó mi atención. Parecía sugerirme notas de dualidad y una necesidad de integración aún no realizada.
La corona envolvente y multitudinaria, puede dar indicios de tu fuerza transmisora y comunicadora, de tu espíritu abierto a la colectividad.

De modo que el inicio del mandala no tenía duda. Hice los cálculos, y elaboré primero en papel vegetal los trazados geométricos básicos para su construcción, tal como suelo hacer ahora en la mayoría de mis mandalas.
Para desplegar sin estrecheces esos treinta y siete radios, el tamaño del papel requería prescindir de mis tacos pequeños de papel encolado y arriesgarme con un tamaño más grande que sólo encuentro en hoja suelta, aunque pareciera más engorrosa de manejar.

Ya tengo todo listo para comenzar. Cierro los ojos y dejo que la intuición guíe a mi mano izquierda, mientras la derecha reposa sobre mi corazón, para elegir los colores sin mirar, libre por tanto de condicionamientos visuales y mentales.
Me dejo sorprender. Para cada zona del mandala, repito la operación.
Azules y violáceos, verdes, rojos y anaranjados van encontrando su lugar y su espacio en la danza de las formas que sobre la estructura geométrica van brotando.
Los tonos tierra y sepia, se empeñan en delimitar la flor central, la de los diez radios. Me sugiere la idea de un diafragma, un gran ojo divino que se abre y se cierra ante la afluencia de información. Los 37 pétalos semejan entonces todo un enorme iris ocular.
A medida que avanzo esa envoltura parece respirar y palpitar. Se me vuelve como un ojo vivo que asoma a otra realidad.
Parece reseñable esa impresión de ojo que mira. Acaso un reflejo proyectado del Yo Superior que nos muestra cómo aprender a mirarlo todo con apertura divina, sin juzgar, libres de cualquier opinión o intervención.

Hay otro tipo de observaciones que también cabe anotar.
Por ejemplo, mientras trabajo en tu mandala, el orden en mi mesa de trabajo y en mi entorno se instala de un modo tan fácil y natural que me sorprende.
Amo el orden, pero mi tendencia al despliegue y la abundancia solía ponérmelo más bien difícil de instaurar y mantener.
De algún modo he creído sentir que el orden y la armonía son tan habituales en ti que al canalizar tu mandala afloran también en mí facilitándome su logro sin exigencias ni imposiciones, de un modo flexible y agradable.

Bonita lección: lo que se hace con armonía y gratitud no necesita esfuerzo aunque sea trabajoso.
Mucha laboriosidad, sí cuando así se requiere, pero dejando fluir, no hace falta forzar ni esforzarse y las cosas surgen, brotan y salen.
Todo es perfecto tal como ya es, cuando nos abrimos al Ser aún a través de la apariencia.

Durante semanas enteras la dedicación discurre envuelta entre sombra y luminosidad, manteniendo el equilibrio y el contraste precisos.
Poco a poco, con el final del otoño, voy terminando tu mandala arropada por el tiempo de adviento que nos trae los ecos de Espíritu de la Navidad. Y bendigo con él ese halo decembrino que nos dispone a envolverlo todo de Amor y Paz.

Luz y sombra, fríos y cálidos, iris y diafragma, fuego de agosto y nieve de diciembre, todo ello está presente en tu mandala, haciendo eco acaso de la Totalidad que también tú emanas…

Gracias por confiar en mí y encargarme tu mandala personal. Me has brindado la oportunidad de explorar, experimentar y descubrir la parte de Dios que tú particularmente expresas, y que a través de tu mandala surge y se manifiesta.
He procurado revelarlo con la máxima transparencia. Pero eso no logra evitar que el resultado quede impregnado de mi propia forma e interpretación, así como de la técnica y estilo artísticos que me caracterizan.
Amor y Gratitud siempre, junto a los colores, pinceles y demás materia prima…

martes, 3 de marzo de 2009

Mandalas como ayuda terapéutica


Las administraciones públicas parecen estar empezando a reconocer y aceptar el valor de aportaciones antes ignoradas o incluso despreciadas por los estamentos oficiales. Así hemos podido ver por televisión un reportaje sobre Reiki practicado en hospitales… Concretamente en el Ramón y Cajal de Madrid y parece ser que sucesivamente en otros, dados los buenos resultados observados de alivio, mejoría y fortalecimiento que permitía por ejemplo recibir mejor la quimioterapia en el caso de pacientes con cáncer avanzado. El reportaje está recogido en Youtube. Para verlo basta hacer clic en el siguiente enlace:
                                                 Reiki en hospitales
Algo semejante sucede con la “risoterapia” y las benéficas consecuencias de la risa no sólo en los niños sinó en todo tipo de enfermos. Ahora esto ya se administra incluso oficialmente. Algún que otro hospital abre sus puertas a los payasos.
Los mandalas quizás vengan a ser una más en el abanico de posibilidades.
En la experiencia práctica comprobamos que resultan muy sanadores, incluso sin pretender aplicarlos como terapia concreta.
Su campo de influencia parece más psicológico que físico. Evidentemente, pintar mandalas no nos va a curar la gripe o una pierna rota, pero sí resulta más fácil de aceptar que afecte positivamente a la psique.
Como demuestran los payasos haciendo reír, una persona relajada y feliz se recupera más fácil y rápidamente de cualquier dolencia. Pintar mandalas también apacigua y aporta bienestar. Se hace más evidente a largo plazo, cuando la práctica se reitera y el disfrute aumenta.

Uno de los pioneros en esto de los mandalas y la salud fue Rüediger Dahlke (1), que a principios de los 80 empezó su primer libro sobre el tema, aunque en España se publicó en 1997 Su aportación es indudablemente valiosa y recomendable.
De su mano podemos seguir un camino sanador al encuentro de nosotros mismos, a través de los mandalas.

(1) Tiene publicados dos libros de Mandalas:
DAHLKE, Ruediger
"MANDALAS cómo encontrar lo divino en ti"
Edit. Robin Book. Barcelona 1997
"MANDALAS 2 manual para la terapia con mandalas"
Edit. Robin Book. Barcelona 2000
Así mismo es autor de “El mensaje curativo del alma” y junto con Thorwald Dethlefsen de “La enfermedad como camino”

En la introducción de su segundo libro de mandalas, menciona, aunque de pasada, una historia particularmente interesante, la experiencia de una joven médica que, mientras preparaba su especialidad en neurología, pasó un año en un departamento de geriatría y se le ocurrió repartir mandalas y lápices de colores entre los pacientes, obteniendo resultados sorprendentes.

Pero ya antes, Carl Gustav Jung pintó su primer Mandala en 1916 y, en un recorrido por Suiza entre 1918 y 1919, comenzó a investigar profundamente en el significado de los mandalas, según nos cuenta Bailey Cunningham en su libro: “MANDALA” Viaje a la unidad del ser. Paraísos mentales. (Pgna. 78 y siguientes), donde se recogen algunos ejemplos tomados de él y otros de pacientes actuales, en el Instituto C. G. Jung de Zürich.
Jung comenzó utilizando los mandalas para explorar su propia psique. Escribió: “Con la ayuda de estos dibujos yo podía observar mis transformaciones psíquicas día a día…
Gradualmente descubrí qué es realmente un mandala: Formación, Transformación, la recreación eterna de la Mente Eterna. Y eso es el ser, la totalidad de la personalidad que, si todo sale bien, resulta armónica, pero no tolera los autoengaños.”

Estudió el mandala en todas las culturas y mantuvo secretas sus observaciones hasta 1928.
Quiso estar seguro de que en verdad el mandala es una forma arquetípica universal. Que representa tanto al Ser como al mundo.
Jung constató que, en el inconsciente, nuestras experiencias vitales y nuestros sueños se unen en forma de símbolos o motivos arquetípicos, muy útiles para nuestro crecimiento cuando aprendemos a discernir sus significados.
Una forma magnífica de expresarlos es a través de los mandalas.
Por lejos que nos sintamos algunos de las magníficas dotes del insigne psicoanalista, podemos de modo intuitivo explorar el campo de los mandalas en nuestra vida, tanto particular como profesionalmente.

Al igual que en el campo de la docencia, en el de la salud se puede trabajar de los dos modos:
Creando el Mandala de modo personal sobre un papel en blanco.
Coloreando un Mandala previamente dibujado o copiado

Para esta medicina no se precisa ser médico o una titulación específica, pintar mandalas lo pueden recetar también los auxiliares de enfermería y hasta el personal de limpieza.
Se trata de experimentar, sea coloreando o creando, y permitirse descubrir los efectos benéficos y terapéuticos que van apareciendo como consecuencia.

miércoles, 25 de febrero de 2009

Mandalas como herramienta pedagógica


Durante el ejercicio de mi profesión como docente en la enseñanza secundaria, había estado trabajando con mandalas incluso sin ser apenas consciente de ello. Sólo pensaba en confeccionar yo misma ejercicios bonitos y atractivos que motivaran al alumnado a la hora de desarrollar los temas de dibujo geométrico.
Hasta que un día, en los albores del año 2000, alguien me hizo recordar que eso que hacíamos en clase eran mandalas. Un viejo concepto que conocía, había experimentado y cuyo alcance tenía olvidado. A partir de ahí seguí utilizándolos para trabajar ciertos contenidos con los alumnos, pero ofreciéndolos de forma expresa y abierta con la intención de abrir la mente y abarcando algo más que el mero aspecto geométrico de diseño y color.
Poco a poco, curso a curso, despacio y paulatinamente, fui elaborando experiencias con mandalas que incluían algún ejercicio de respiración y una breve visualización dirigida. Tuvieron en general muy buena acogida por los participantes, resultando no sólo voluntarias y apetecidas sinó además divertidas y gozosas a la par que relajantes.

Colorear o construir y crear mandalas en el ámbito del aula, especialmente si los insertamos en el área de Educación Plástica y Visual, se integra como parte de los ejercicios en que se desarrollan algunos de los temas exigidos por la ley. Por otra parte, las experiencias de simple coloreado con mandalas ya dibujados, inciden en los llamados temas transversales, y favorecen la convivencia y la comunicación, ayudan a despertar y ampliar la capacidad de concentración y cuando menos pueden suponer el regalo de un tiempo de silencio para reconducir el desenvolvimiento del aprendizaje en el aula.

Partiendo de la idea espontánea que expresa Marie Pré (1) del Mandala como dibujo organizado alrededor de un centro, la experiencia nos abre un universo de posibilidades según los casos. Abarca todas las edades, sin discriminación del grado de desarrollo o nivel evolutivo-cognitivo, ya que se puede desplegar en infinitud de grados de complejidad, desde el diseño más simple hasta el más elaborado que incluya punteados, texturas y filigranas.

(1) Pré, Marie: ”Mandalas y pedagogía, acercamiento teórico y práctico”

He observado que ese inicio de buscar y hallar el centro del papel ayuda a encontrar el propio centro y por tanto a centrarse. He ahí el primer paso. Seguidamente trazamos la circunferencia y establecemos con ella un límite, que revierte también en la evidente necesidad de poner y asumir límites, algo indispensable. Más aún si tenemos en cuenta la cantidad de problemas y conflictos que se derivan precisamente de una carencia de límites durante el desarrollo, en especial, en la infancia y la adolescencia.
A través del mandala se puede ir de la dispersión a la concentración, avanzando desde la circunferencia hacia el centro.
O se puede en cambio salir de la timidez hacia la comunicación avanzando desde el centro hacia fuera.

Partimos de tan sólo esos dos elementos: el centro y la periferia. Con ello estamos proporcionando un espacio de manifestación exclusivo y particular para que el ser se exprese desplegando todas las posibilidades individuales y particulares del sí mismo en cada momento. Y con un poco de paciencia comprobamos la satisfactoria incidencia de los mandalas en el aprendizaje.

jueves, 19 de febrero de 2009

Sanando mi relación con el cáñamo


Decidí hacer este mandala hace ya bastante tiempo.
Era un momento en que me desgarraba por dentro enredada en una íntima lucha conmigo misma, relativa a la presencia de los “canutos” en mi entorno inmediato.

Argumentos contrapuestos se agolpaban en mi mente, entre la libertad propia y ajena, entre mi pretensión de respetar y el sentirme transgredida y al propio tiempo falta de razón

Por otro lado mi propio cuerpo se rebelaba, con un rechazo tan aplastante, que me hacía insoportable hasta el rastro del olor en la ropa o en el ambiente, aún cuando no hubiera humo…

Recordé entonces la fuerza y el poder redescubiertos en la creación de mandalas. Me detuve para sentarme a meditar y, entrando en mi silencio interior, me atreví a pedir al Universo la inspiración de un Mandala específico, para ayudarme a sanar en mi interior ese, para mí grave, conflicto.

Deseaba, a través de mi trabajo con este mandala, poder reconciliarme con los canutos y acrecentar en mí la tolerancia y la flexibilidad.
Puesto que había atraído a mi vida a una persona fumadora, que me respetaba y se iba a fumar fuera de casa, me era vital asumir, aceptar y abrazar la situación para evitar el sufrimiento de mi desgarro.
Si en su propósito estaba el seguir fumando toda su vida, el mío es y era la aceptación incondicional, y por tanto eso pedía cada vez que me ponía a trabajar con este mandala.

A tal fin me propuse establecer una sutil conexión con la plantita, como ser vivo que también es, y a través de ella descubrir qué había detrás de la sustancia en sí.
Para ello me hubiese gustado tener delante una planta viva. Pero no me parecía factible.
Una persona amiga me obsequió una pequeña hoja, que aunque seca, al menos estaba entera, aplastada entre las páginas de un libro.
Depositada en mi mano izquierda, la derecha sobre mi corazón y los ojos cerrados, entré en el espacio interior en que mora el revelador silencio. Considerado un espacio sagrado que todos poseemos, bien se le puede llamar el “Maestro Interno”. Permanecí ahí, a la escucha, callada y quieta, durante unos cuantos fecundos instantes, fuera de los límites espacio-temporales, degustando porciones cualesquiera de eternidad, mientras mi alma se abría a una infinita comprensión más allá de lo material.
Quejas, dones y poderes parecían emanar del Espíritu o Conciencia que de algún modo y en algún nivel impregna todo lo que existe y todo lo que ES.

Luego, durante todo el proceso artístico, junto al compás, el papel y las acuarelas, la linda hojita permaneció en mi mesa de trabajo, hasta que el mandala estuvo completo.
Sin usar sustancia alguna, trabajando al aire libre, en ausencia de humos e interferencias, surgían revelaciones que se plasmaban en formas y colores.

En los días que siguieron no se apreciaban cambios notables, internos o externos, tan sólo el pálpito de la fé y la confianza anidando en mi corazón. Y el mandala terminado ahí delante, compartiendo el espacio de nuestra convivencia.

Como con el huevo y la gallina, hoy desconozco qué pudo suceder antes. Cuando me detuve a constatar que mi rechazo había desaparecido, descubrí que, simultáneamente, mi Amor Amado había dejado de fumar.

Mandala para M.


Conocí a esta persona, durante una etapa de mero tránsito para mí, en alguna hermosa villa marinera.
Su porte y su sonrisa alcanzaron a “tocar” mi corazón.
Me comentó algo acerca de sus deseos de trasladarse más cerca de su ciudad natal.
Su particular valoración de mi faceta artística me lo puso muy fácil: decidí iniciar un mandalita como obsequio para ofrecerle.
Sin más explicaciones, me atreví a pedir al Universo que me permitiera canalizar, a través de la creación de ese mandala, la fuerza y energía necesarias y convenientes para atraer las condiciones que favorecieran y agilizaran la realización de su anhelo “de manera perfecta y en armonía para todo el mundo”…
Cuando lo hube terminado se lo entregué. Un sencillo papelito de acuarela con un pequeño mandala que recibió con gratitud, valoró y enmarcó.

Transcurrió un tiempo sin contacto y sin vernos.
Al cabo, un buen día suena mi móvil. Es esta persona. Con su afable alegría me saluda y se interesa por mí.
De pronto me dice:
- ¿Sabes? Tengo colgado ahí delante tu mandala y cada vez que lo miro siento como si me transmitiera energía.

Es agradable oír esto de labios de una persona que parece ante todo científica.
Luego añade que a poco de mi partida ha obtenido un traslado y desde entonces reside en su amada ciudad.

En el mismo instante una sonrisa divina se dibuja por todo mi cuerpo como un gozoso estremecimiento, y desde mi Silencio Interior doy Gracias infinitas al Universo…

domingo, 8 de febrero de 2009

El Mandala actual que me traigo ahora entre manos


Es un mandala personal y está dedicado a B. L.
¡Buenos días B!
Ante todo deseo darte las gracias por la facilidad con que, al querer iniciar tu mandala, he podido acceder a tu alma y participar del preciado regalo de tu sencillez y amor por la simplicidad.
Verás, una tendencia marcada de mi personalidad solía empujarme a rizar el rizo, buscarle cinco pies al gato e ir por los senderos más estrechitos, largos y enrevesados para acabar llegando al mismo sitio…
Trabajar en tu mandala me está ayudando a equilibrar complejidad y sencillez.
El punto de arranque fue jugar con tu fecha de nacimiento. Es lo que suelo hacer con personas cuyo mandala no visualizo de entrada o que acabo de conocer. Me sirve para comenzar a trazar con el compás la primera circunferencia y dividirla en un número concreto de partes iguales.

Era miércoles, el 10 de diciembre de 2008, y apenas iniciado ya surgían ambigüedades y complejidades que me parecían impropias de ti.
Cierto que sólo nos hemos visto una vez y ni siquiera te conozco todavía, pero así es mi trabajo con los mandalas, a veces me muestran los retazos del alma, aunque yo apenas conozca a la persona que lo inspira…
Pasito a pasito, pincel en ristre, fluyen ideas, ajenas a mi propia mente, que parecen provenir directamente del mandala en el que estoy inmersa.
Cada mandala me habla del Ser que alienta la persona protagonista y en ocasiones surgen revelaciones.
Amo la transparencia. Prefiero expresar, tal cual, mi sentir y lo que me llega.
Como por ejemplo, que la simplicidad es el parapeto tras el que te defiendes para ocultar tu vulnerabilidad.
En realidad hay mucha más complejidad en ti de lo que pareces dispuesta a reconocer, aunque es cierto que siempre prefieres ir a lo simple, lo elemental.

¡Enhorabuena! Sabes manejar sencillez y simplicidad externas sin perder el grado de complejidad de tu riqueza interior.

Tras nuestro único y breve encuentro y a falta de más datos por ahora, desconozco este rasgo de ti, pero siguiendo el mandala he de hacerte una llamada de atención sobre la tendencia a ponerte a hacer lo siguiente sin haber terminado lo anterior que te traías entre manos arriesgándote a dejar muchas cosas a medias.
También siento que tu manifiesto rechazo a las complejidades era puro temor a perderte en ellas. No obstante, no dudas en arriesgarte cuando algo reclama tu interés y curiosidad. Pero haces lo posible por simplificarlo para evitar que te complique.
Te gusta lo simple porque te fastidian las complicaciones y todo aquello que aparece ligado a ellas.

Más arriba decía y remarcaba “era” porque noto que ya no es, y que quizá el propio mandala te esté ayudando a disolver los viejos miedos mientras te llenas de Amor.

Surgen cambios, muchos, del aspecto y color de las cosas. Vienen sucediéndose desde el comienzo de tu mandala. Ha habido un lapso de parada y proceso purificador desde finales de año y durante todo el mes de enero. Al retomarlo ahora en febrero cobra una fuerza inusitada, mostrando transformaciones que ya están en marcha.
Creo percibir modificaciones que añaden a tu entorno más intensidad, más alegría, más fuerza, más vida.
¡Eso sí que me encanta!

Por fin voy completando mi parte del trabajo, gracias a que tú también vas haciendo y aportando lo que te corresponde.

Aire, Fuego y Tierra entre Mar y Cielo. Me has inspirado un mandala de lo más completo. LO veo como un globo aerostático que vuela sobre un mar azul intenso bajo el manto celeste y portando consigo un pedazo de tierra.

Ahora encomiendo a tu mandala que desencadene las fuerzas para abreviar tu proceso. Que transforme en gozo y esperanza todos los pasados sufrimientos.
Cuando soltamos el miedo al dolor, a veces inevitable, pero siempre útil y pasajero, aprendemos a dejar que nos atraviese sin bloqueos ni enganches, revelando la valentía y el coraje que llevamos dentro…

RECUERDA: En la esencia misma de nuestro Ser poseemos el germen de todo lo mejor y basta llevar ahí nuestra atención para que empiece a brotar y florecer.

Se despide de ti, con Amor, Maiteresa Mandalita.

viernes, 6 de febrero de 2009

¿Y QUÉ ES ESO DE LOS MANDALAS?


Diccionarios y enciclopedias coinciden: literalmente, la palabra “MANDALA” nos remite al sánscrito y se podría traducir como disco, círculo o forma circular.
Añaden que en el hinduismo y en el budismo es un dibujo complejo de estructura circular que representa las fuerzas que regulan el universo y sirve de apoyo a la meditación.
La palabra Mandala es además conocida como rueda y totalidad. Y se define también como un sistema ideográfico contenedor de un espacio sagrado.
Desde el punto de vista espiritual es un Centro Energético de equilibrio y purificación que ayuda a transformar el entorno y la mente.

Ya en tiempos remotos se utilizaba. Considerados originarios de la India, los mandalas se hallan propagados por todas las culturas orientales y occidentales. También en las indígenas de América así como en las de los aborígenes australianos.
En nuestra cultura occidental, los encontramos al observar las cúpulas de las iglesias. Y con mirada más atenta en ventanales y vidieras, rosetones y elementos complementarios... Están por todas partes cuando aprendemos a verlos.
En la planificación urbanística de muchas ciudades renacentistas se tenía en cuenta esa misma conformación. En la arquitectura urbana, han sido base de diseño recurrente a lo largo de siglos. Las fuentes de muchas plazas, sin ir más lejos, nos dan frecuentes muestras de ello.
¿Cómo es posible que los encontremos de oriente a occidente, en todas partes y en todas las épocas?
Porque su estructura está presente en la naturaleza, en nosotros mismos, en cuanto nos rodea y de muchas maneras.
Las flores, interna y externamente, son mandalas y son muchos los vegetales y elementos que siguen estructuras circulares y en espiral, como las disposiciones de las hojas de árboles y arbustos, o las piñas de los pinos, por ejemplo. Los mandalas y la Geometría Sagrada van juntos,  a veces abrazándose y otras dándose la mano...
También nuestras propias células, podemos verlas como mandalas. Y los átomos de los que están formadas, su núcleo y sus partículas, son verdaderos mandalas en movimiento.
Nuestro sol y sus planetas alrededor, los sistemas de los soles y las galaxias también se organizan y se mueven por el cosmos de forma circular, espiral y elíptica, mandalas y más mandalas, desde el átomo hasta el infinito.
¿Y qué es el zodíaco sinó un mandala?
Estamos rodeados de mandalas, en cierto modo, todos y cada uno de nosotros también somos mandalas vivientes.

Una vivencia mandálica


…Madrid. Parque del Oeste. Una tarde de finales de julio…
Había ido en metro hasta Moncloa y encontrado un sitio en que vendían papeles de acuarela estupendos.
Camino unos pasos por el parque y encuentro una mesa con bancos a ambos lados. Ideal. Plena de luz y a resguardo del sol. Es la única libre, como guardada para mí. Alrededor corretean niñas y niños. Me siento, despliego mi arsenal de lápices, papeles, reglas, colores, compás y acuarelas. Disfruto. Sin timbres, sin límites, sin reloj. De pronto oigo sólo los pájaros pero no el bullicioso griterío infantil. Se me han acercado curiosos. Han hecho un corro en torno a mí. Tendrán entre ocho y diez años. Sus ojos de maravillado asombro confieren un incalculable valor al mandala que llevaba empezado y que acabo de terminar. Movida por su generoso interés, ofrezco traer mandalas al día siguiente para que ellas y ellos coloreen. Voces de adultos nos sacan del ensueño. Está atardeciendo. Quedamos mañana, a la media tarde, en esa misma mesa.
Aún no ha bajado el calor de julio en Madrid cuando acudo a la cita. Cinco han venido iluminados de sonrisas. Pero no queda una mesa libre. La “nuestra” está ocupada por un adolescente de tez morena y rasgos africanos que debe rondar los dieciséis. Saludo y le pregunto si habla español. Asiente. Con delicadeza le pregunto entonces si nos permitiría compartir la mesa bajo promesa de no molestarle. En un español sin casi acento nos acepta gentilmente. Nuestro despliegue invade el espacio, pero él no se molesta. Reparto los mandalas, le ofrezco uno que rehúsa. Explico cómo colorear siguiendo mi táctica particular y pasados unos momentos los siete estamos inmersos en el divertido universo particular de los mandalas. El joven ha tomado el que antes rehusara. Desaparecemos del mundo del espacio y del tiempo. Hasta que las voces de los adultos vuelven a sacarnos del ensueño. Está atardeciendo.
Apenas un puñado de lápices acuarelables, dos o tres pinceles y un único vaso de agua. Ha alcanzado para todos. Si algo ha escaseado, serían las palabras. Ni una disputa, ni un desacuerdo. Sólo la fascinación de compartir juntos lo que había en esa deliciosa tarde mágica, en Madrid, un verano.